crecimiento personal

¿Qué es el crecimiento personal?

El crecimiento personal lleva a ir más allá de uno mismo.

Cuando se trata de superarnos, de ir más allá de nuestras posibilidades, de tocar todo nuestro potencial, debemos invertir en nosotros mismos. El crecimiento personal nos permite aumentar nuestras posibilidades de realizarnos con satisfacción para llegar a ser el ser maravilloso que somos. El crecimiento personal se consigue paso a paso, con valor, audacia, determinación y amor propio.

En este artículo analizaremos varias facetas del crecimiento personal. En primer lugar, veremos por qué es tan importante el crecimiento personal. En segundo lugar, veremos algunas estrategias para el desarrollo personal. Por último, veremos algunos pasos que puedes dar para promover tu crecimiento personal.

¿Qué es el crecimiento personal?

El crecimiento personal es el proceso por el que una persona mejora ciertos aspectos de su vida. El modo en que cada persona se desarrolla varía según su personalidad y sus objetivos personales, ya sean mentales, físicos, financieros o espirituales. En otras palabras, el desarrollo personal es un viaje continuo.

Para que se produzca el crecimiento personal debemos

  • aprender a confiar en nosotros mismos
  • desarrollar la fe en nuestras capacidades
  • mantener el rumbo hacia nuestro éxito personal
  • Perseguir nuestros impulsos creativos día tras día nos permite vivir nuestro crecimiento personal llevándonos invariablemente a poner en marcha medios concretos, prácticos y eficaces de éxito financiero, profesional, familiar, emocional, relacional, etc.

El crecimiento personal es una forma de ir poco a poco, paso a paso, de cambio en cambio, hacia la transformación que buscamos y deseamos.

Supervisar el progreso que hacemos cada día a través de nuestro compromiso de perseguir un impulso de crecimiento personal nos permite respetarnos a nosotros mismos en nuestras limitaciones y necesidades. El crecimiento personal nos conduce a nuestras verdaderas necesidades y a las muchas pasiones que yacen latentes en nuestro interior. Seguir los progresos que hacemos día tras día, estar orgullosos y ser conscientes de ello, es el fruto de un crecimiento personal que respeta nuestras expectativas.

La importancia del crecimiento personal

La importancia del crecimiento personal varía en función de las necesidades y objetivos individuales. Un desarrollo personal satisfactorio implica trabajar tanto el comportamiento como la actitud para mejorar como persona.

Al mejorar ciertos hábitos y aspectos de tu personalidad, contribuyes también a tu éxito profesional. Al emprender el camino del crecimiento personal, aprenderá a reconocer sus límites, cultivar la paciencia o descubrir sus áreas de interés. Como resultado, estará más capacitado para encontrar un trabajo adecuado, mantener relaciones armoniosas con sus colegas y afrontar situaciones difíciles.

Cómo crecer personalmente

No hay reglas rígidas que seguir ni una serie de pasos que garanticen tu crecimiento. El objetivo del crecimiento personal es mejorar en lo que necesites mejorar. Sin embargo, hay algunos principios generales que puedes tener en cuenta.

Establezca las áreas en las que desea mejorar

Piensa en qué aspectos de ti mismo quieres mejorar. Aquí tienes una lista que te ayudará a establecer las áreas en las que quieres mejorar:

  • Autoconfianza
  • Paciencia
  • Apertura de espíritu
  • Gestión del estrés
  • Autonomía en el trabajo
  • Capacidad de comunicación
  • Tolerancia

Establecer objetivos realistas

Una vez que hayas identificado las áreas que debes mejorar, establece varios objetivos a alcanzar. Para ayudarte a fijar objetivos, puedes utilizar el método "SMART". Se trata de un método para definir claramente tus objetivos y medirlos. Por ejemplo, tus objetivos deben cumplir los cinco indicadores siguientes:

  • Específico: su objetivo debe adaptarse a su situación. No debe ser un objetivo general.
  • Mensurable: debe fijarse un objetivo cuyo éxito pueda medir.
  • Alcanzable: tu objetivo debe ser lo suficientemente ambicioso como para requerir esfuerzo, pero debes formularlo de tal forma que puedas conseguirlo.
  • Realista: tu objetivo debe ser lo suficientemente razonable para que no pierdas la motivación por el camino.
  • Limitado en el tiempo: defina claramente una fecha en la que desea alcanzar su objetivo. También puedes definir un calendario de pasos intermedios.
  • Un ejemplo de objetivo SMART podría ser: "Quiero mejorar mis habilidades interpersonales yendo a cenar con un colega al menos dos veces por semana durante los próximos dos meses".

La perseverancia es la clave del crecimiento personal

Como en cualquier empresa a medio o largo plazo, la perseverancia es la clave del éxito en el crecimiento personal. Puesto que implica cambiar hábitos o actitudes, el crecimiento personal requiere tiempo y perseverancia.

No debes dejar que las pequeñas desviaciones o los fracasos temporales te desanimen. Ser consciente de tus fracasos ya es un paso en la dirección correcta. Además, son estos fracasos los que te permiten mejorar.

Evalúe su día

Al final de cada día, repasa lo que te ha gustado y lo que te gustaría cambiar. Recuerda que un pequeño avance siempre es mejor que ningún avance.

Realizar autoevaluaciones

Periódicamente, tómese el tiempo necesario para repasar su trayectoria y hacer balance de dónde se encuentra. Esto le dará una mejor idea de lo que ha conseguido hasta ahora y le ayudará a redefinir sus objetivos. Para ello, considere su situación y sus progresos en los siguientes ámbitos

  • Individual
  • Condición física
  • Académico o profesional
  • Marital
  • Familia
  • Cultural
  • Social
  • Material
  • Relacional

Analizando estos aspectos, podrá evaluar los elementos a mejorar y las correcciones que podría introducir.

Pasos sencillos pero importantes

Una vez que haya hecho su evaluación personal, es hora de ponerla en práctica. Aquí tienes algunas medidas que puedes tomar para ayudarte personalmente.

Adoptar una actitud positiva

Esfuércese por ser optimista y encuentre siempre el lado positivo de las cosas en lugar de sólo el negativo. Una persona positiva tiene más probabilidades de estar contenta con su situación.

Las formas de hacerlo varían de una persona a otra. Puede ser tomarse un momento agradable para relajarse antes de afrontar una situación difícil. Por poner algunos ejemplos, puedes escuchar música que te guste, dar un paseo, tomar tu bebida favorita, encender una varita de incienso, etc.

Disfrutar de momentos que te pongan de buen humor no sólo te ayudará a ser más productivo, sino que tu buen humor contagiará sin duda a la gente que te rodea.

Rodéate de gente positiva

Debes rodearte de personas positivas que te valoren. Evita las relaciones con personas que te denigren o se aprovechen de tu honradez y generosidad.

Organizarse

Para alcanzar la plenitud, es importante ser organizado. Esta organización debe entenderse en todos los sentidos de la palabra: debes ocuparte de la organización de tus pensamientos y de tu vida, así como de la organización de tu entorno vital. Es como hacer limpieza y asegurarse de que todos los aspectos de su vida están en orden.

Organiza tu tiempo: Esto puede hacerse estableciendo una rutina e incorporando momentos que le resulten agradables.
Organice su vida social: Tómate tiempo para observar a las personas que te rodean y considerar qué relaciones son buenas para ti y cuáles no quieres tener.
Organiza tu espacio: esto es limpieza en el sentido más estricto de la palabra. Asegúrate de que tus entornos de trabajo y de vida están ordenados.
Con su entorno mental, social y físico en orden, le resultará más fácil mantenerse positivo y centrarse en las cosas que más le importan.

Ayudar a los demás

Hay un refrán que dice que "la caridad empieza por casa". Sin embargo, es importante para tu crecimiento personal ayudar a los necesitados. Puedes ayudar de muchas maneras.

Aprende a escuchar a los demás y apóyalos cuando lo necesiten. Cuando proceda, dé consejos basados en su experiencia. También puedes ofrecer ayuda de forma voluntaria y altruista, ya sea en forma de apoyo moral o de ayuda práctica.

Ayudar a los demás no sólo te aportará gratificación, sino que también es una oportunidad para aprender más sobre ti mismo y sobre cómo reaccionas ante determinadas situaciones.

No dude en ofrecer su ayuda aunque no tenga todos los conocimientos o habilidades necesarios. En el peor de los casos, su ayuda será rechazada. De lo contrario, es una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos o habilidades.

Saber cuándo dar un paso atrás

Es perfectamente normal reaccionar con intensidad en el calor del momento. Sin embargo, no suele ser la mejor actitud. Por regla general, es mejor dar un paso atrás para tener una visión más amplia de la situación.

Tomemos el ejemplo de una discusión con un colega. Durante la discusión, te sentiste herido e insultado. Sería perfectamente normal intentar tomar represalias en el calor del momento. Sin embargo, lo sensato en este ejemplo sería decirle a la otra persona que la discusión no conducirá a nada si sigue en ese tono y salir de la situación. Al día siguiente podrías volver a ver al colega y explicarle con calma por qué te has sentido insultado.

meditación

¿Necesitas consejos para la meditación diaria?

Una cosa es cierta: ¡meditar requiere tiempo y paciencia! Por desgracia, para la mayoría de nosotros, nuestro eterno discurso es "no tengo tiempo".

Pero seamos sinceros, el tiempo no es el problema porque todos tenemos las mismas 24 horas al día y algunas personas se las arreglan bien para meditar todos los días a pesar de todas sus obligaciones. Así que depende, sobre todo, de las prioridades de cada uno...

Cuando la meditación se convierte en algo importante en nuestras vidas, podemos liberar fácilmente 3, 5, 10 o 30 minutos de nuestro tiempo para meditar. Y este tiempo merece la pena, porque la práctica de la meditación diaria es una forma de desarrollo de la atención plena que tiene un impacto muy positivo en nuestra mente, cuerpo, emociones, relaciones ¡e incluso en nuestro rendimiento! También es un momento para reconectar nuestro cuerpo y nuestra mente.

¿Y por qué digo que la meditación requiere paciencia? Integrar un nuevo hábito en nuestra vida diaria no es tarea fácil, así que hay que aguantar y tener paciencia.

También necesitamos paciencia para conseguir los resultados de nuestra práctica porque, un poco como en el deporte, el trabajo sobre nuestros músculos no es visible de la noche a la mañana.

Con cada sesión de meditación, independientemente del tiempo que se dedique, nuestro cerebro se musculará y liberará hormonas de bienestar. Nuestra intuición estará cada vez más despierta y aprenderemos, poco a poco, a gestionar mejor el estrés.

Imaginemos, ahora, que ha decidido empezar a meditar, aquí tiene algunos consejos que le ayudarán a que su práctica se convierta en un hábito...

 

Elige una intención clara para tu práctica

Esta intención se convertirá, en cierto modo, en tu "pequeña zanahoria". Es algo que sentirás o recibirás de tu práctica.

Por ejemplo:

A través de la meditación seré más paciente con mis hijos.

Gracias a la meditación, seré más organizado en mi vida diaria

Gracias a la meditación, me sentiré mejor en mi cuerpo.

Una intención claramente elegida de forma precisa te permitirá ceñirte a tu práctica.

Consejo: No dudes en escribir esta intención y ponerla en un lugar visible para aumentar tu motivación cada día.

 

Empezar despacio

Si eres nuevo en la meditación, la idea de permanecer inmóvil durante 20 o 30 minutos puede parecerte difícil y muy agotadora.

Al principio, te resultará mucho más fácil mantener una práctica de meditación breve, por ejemplo de 3, 5 o 7 minutos al día.

Este tiempo tendrá los mismos beneficios que 20 o 30 minutos de meditación, pero la transición a tu nuevo hábito será mucho más fácil.

 

Ten claro a qué hora del día vas a meditar.

Para que la meditación se convierta en una práctica diaria, es necesario darle un lugar específico en tu día.

También me parece interesante integrar el tiempo de meditación entre otras dos actividades que también te gustan.

Por ejemplo:

Por la mañana: Me preparo una tisana, medito y me preparo el desayuno.

Por la noche: Me ducho, medito, leo un libro...

De este modo, en la secuencia de actividades, la primera se convertirá en un "detonador mental" que te empujará a meditar.

Llevar un diario de meditación

Creo firmemente que la escritura puede ayudarnos a manifestar más fácilmente lo que queremos conseguir en la vida.

Además, como ocurre con cualquier hábito nuevo, es importante llevar un registro de nuestros progresos para mantener la motivación.

Es importante recordar que la meditación es, ante todo, una experiencia, y registrar y documentar tus experiencias también puede ser una forma poderosa de ver los efectos de tu práctica.

Si quieres empezar a practicar, aquí tienes un regalito que te ayudará.

Ir acompañado

Estar a solas con tus pensamientos, sentimientos o emociones puede ser un ejercicio que asuste un poco, así que si quieres empezar a meditar no dudes en acompañarte de una meditación guiada.

Hoy en día, existen miles de meditaciones en Internet, encuentra la voz del guía que te ayudará a encontrar la reconexión contigo mismo mientras pasas un agradable momento de meditación.

Puedes encontrar mis meditaciones guiadas gratuitas en la aplicación Insight timer.

Encontrarás meditaciones muy fáciles para empezar tu práctica (5, 12 o 18 minutos) y estaré encantada de acompañarte.

autocuidado

Cuidar de uno mismo: Algunas ideas para empezar hoy mismo

El autocuidado es un tema importante, pero el significado más profundo de "autocuidado" a menudo se ve ensombrecido por el hecho de que la gente no se centra en su verdadero significado.

El autocuidado consiste en anteponer la propia salud mental, emocional, espiritual y física: es esencial para el bienestar general. Pero no se trata sólo de escuchar música relajante, tomarse un descanso o darse un baño de burbujas. Esto puede ser suficiente para algunos, pero puede que tú necesites actividades diferentes o una persona de apoyo que te ayude en el camino, y eso está bien. Cuidarte implica hacer cosas que te ayuden a sentirte bien, entrar en contacto (¡o reconectar!) con tu yo interior, implicarte con personas o causas que son importantes para ti, pedir apoyo, etc.

Cuidarse permite afrontar los retos con más confianza, aumentar la resiliencia, mejorar la autoestima y trabajar la autoaceptación. También es una forma de bajar el ritmo, escucharte y crear un espacio para descansar y recuperarte cuando atraviesas momentos más difíciles.

A veces parece que nos pasamos el día corriendo de emergencia en emergencia sin tiempo para respirar. No es de extrañar que nuestras propias necesidades pasen a un segundo plano. Aunque nuestras obligaciones son obviamente importantes, rara vez ponemos nuestro bienestar en el centro de nuestras prioridades. Y sin embargo, cuidarnos es una necesidad.

Como consecuencia, nuestro estado se deteriora con el tiempo: nos cuesta más concentrarnos, dormir o tener tanta energía como antes. Nos ralentizamos, porque intentamos seguir adelante sin hacer pausas para recargarnos, como un coche que se queda sin gasolina.

La sola mención de recargar las pilas puede provocar miradas exasperadas, y para muchos, centrarnos en nosotros mismos es sinónimo de egoísmo o pereza. Esta opinión no puede ser más errónea e injusta: la mejor manera de mantenerse al día es asegurarse también de cuidarse a uno mismo.

¿Qué se puede hacer?

Para tu cuerpo

Llevamos constantemente nuestro cuerpo al límite: comemos demasiado, trabajamos hasta desfallecer y no descansamos lo suficiente para recargar las pilas. Una de las mejores cosas que puedes hacer es dar prioridad a tu salud, lo que puedes conseguir con estos consejos.

  • Despídete de la comida basura. Incluso con un pequeño cambio al mes, trabajar para conseguir una dieta más sana puede ayudarte a sentirte más saludable. Piensa en las mejoras que puedes hacer y elabora un plan para introducir cambios graduales pero significativos.
  • Muévete más. No hace falta planear un maratón para mantenerse activo: dé un paseo matutino por su barrio o prepare la cena mientras baila una canción retro. Sólo tienes que aumentar tu ritmo cardíaco unos minutos al día.
  • Duerme mejor. Es un círculo vicioso: te acuestas tarde para poder hacer algunas cosas de última hora y por la mañana apagas el despertador 17 veces. Es mejor irse a la cama a una hora decente y no tocar los aparatos electrónicos durante media hora antes de acostarse. Si sigues así, probablemente notarás una diferencia real al cabo de unos días.
  • Hazte un chequeo. Cada uno tiene sus razones para no ir al médico con regularidad: falta de tiempo, distancia, problemas con la cobertura médica... pero es importante que te hagas un seguimiento, sobre todo si algo te preocupa: tu salud debe ser tu prioridad número uno.
  • Estira. Tanto si estás agarrotado por el estrés como si te pasas el día inclinado sobre el escritorio, tus músculos pueden acumular mucha tensión. Nada mejor que estirarse cada noche antes de acostarse. Si es posible, asiste regularmente a clases de yoga.

Para tu mente

Todos los días nos enfrentamos a retos que nos exigen tener una mente de acero: ya sean decisiones importantes que tomar, preocupaciones sobre el futuro o tener que ser pacientes con un niño que hace la misma pregunta por milésima vez, nuestro cerebro suele trabajar horas extras, por lo que necesitamos encontrar una forma de aligerar la carga.

  • Medita. No hace falta ser un maestro zen para meditar un poco. Varias veces al día, ralentiza la respiración y deja los problemas a un lado durante un rato.
  • Enriquece tu educación. Si estás pensando en volver a estudiar, hazlo sin demora: haz un plan y ponlo en marcha. Si no lo has planeado, aún puedes enriquecer tu mente leyendo buenos libros, artículos o viendo películas que te hagan reflexionar.
  • No dejes tareas sin terminar. ¿Hay cosas que tienes que hacer desde hace meses? Entonces anótalo todo y dedícale un día entero. Elige también una fecha futura para terminar todo lo que no hayas podido hacer esta vez.
  • Desconéctate antes de dormir. Tanto si navegas por Internet como si ves Netflix o discutes en las redes, el uso de pantallas antes de acostarte mantiene despierto tu cerebro. Una hora antes de acostarte, apaga las luces de la habitación y prepárate para dormir bien.
  • Pon orden. Vivir en un desorden perpetuo puede ser estresante. Si te encuentras buscando cosas que no están ordenadas o enfrascado en cosas que no has tocado en meses, es hora de hacer limpieza. Deshazte de lo que no necesites y guarda el resto.

Para su autoestima

Hay cosas que pueden arañar tu autoestima, y es probable que te vengan a la mente ejemplos personales sólo con leer esto. Encontrar formas de mantener la confianza en ti mismo te ayudará a sobrellevarlo sin perder el equilibrio.

  • Tratar con personas negativas. ¿Hay alguien en tu vida que te menosprecia? Si es así, puede que haya llegado el momento de cortar con esa persona. Estas personas son como vampiros que te roban la alegría del día, y hay que mantenerlas a raya. Si no puedes evitarlas, pon límites claros a su comportamiento y hazlos cumplir.
  • Deja ese trabajo que odias. La mayoría de la gente nunca encontrará su trabajo perfecto, pero eso no significa que tengas que aceptar un trabajo que odias. Si la idea de ir a trabajar te da dolor de cabeza, es hora de cambiar: todos merecemos hacer algo que nos guste.
  • Aprende a decir que no. A todo el mundo le gusta sentirse útil, o proporcionar un hombro sobre el que llorar, pero todo es muy agotador. Es importante aprender a decir que no para respetar tus propios límites y evitar sobrecargarte de trabajo. Puede que decepciones a algunas personas, pero ésa no es razón suficiente para cargarte con más de lo que puedes soportar.
  • Regálate una noche de fiesta. ¿Alguna vez planeas una noche llena de cosas que te hacen feliz? Reserva mesa en ese restaurante que sólo te gusta a ti, o ve esa película genial que todo el mundo odia. Durante unas horas, la única persona que importa eres tú.
  • Practica el agradecimiento. Quejarse forma parte de nuestra cultura: invierte la tendencia aprendiendo a ser agradecido. En lugar de rememorar los malos momentos del día, vete a la cama pensando en los buenos, aunque la única buena noticia sea que sigues respirando. Cambia de perspectiva.

Cuidarse significa encontrar formas de aliviar y fortalecer el espíritu: no hay nada egoísta ni perezoso en ello. La vida puede ser dura y cansarnos tanto mental como físicamente, pero si pensamos en recargar las pilas, estaremos más vigorizados y preparados para afrontar lo que nos depare el futuro.